Busco tu mirada,
En la carcajada nocturna de los cuervos,
En las lagrimas de los muertos,
En aquella piedra carmesí que late en tu pecho,
Y tu me ignoras,
Te alejas,
Agonizas,
En silencio,
Tus corneas me evitan,
Y tus labios me susurran "si"
Para luego gritarme "tal vez",
Con la vacía obsesión,
De un demonio en el paraíso,
Y yo muero,
Mientras tu boca esgrime,
La sonrisa del vampiro.