No me des la espalda,
No te entregues al dolor,
No intentes ocultarte,
Aunque griten tu nombre,
No cierres los ojos,
Ni apagues la luz,
No te entregues a la desesperación
Que trae la monotonía,
Hay miedo en tus corneas,
No cierres tus ojos,
Aunque desde la oscuridad,
Estén gritando tu nombre.