Por: José de la Cuadra Jr.
Cuando leí sobre el linchamiento en Posorja hubo una mezcla a partes iguales de sorpresa y fastidio; sorpresa por la magnitud del evento y fastidio porque en cierta forma me siento identificado, no por ser una persona con un pasado criminal ni mucho menos sino porque lo de Posorja sucedió por un rumor que se regó como pólvora donde afirmaban que eran secuestradores de niños, cosa que se desmintió después de que las tres personas ya habían fallecido.
Toda mi vida he sido presa de rumores y chismes de personas mal intencionadas donde se ha afirmado que soy un ladrón, un drogadicto o cosas peores que prefiero no reproducir, todo porque soy diferente, hablo diferente, visto diferente, leo y escucho música de manera diferente, se que no soy el único que es presa de rumores mal intencionados de vecinos o falsos amigos cuya lengua es mas afilada que el machete pero hubo uno en donde hasta de brujo se me acuso y termine por explicarle a un policía que era un mal entendido para vergüenza mía y de mis padres y es por eso que me siento parcialmente identificado y ligeramente fastidiado.
El linchamiento se ha vuelto un arma común para el pueblo en especial en años recientes, para ejemplo un par de fechas a recordar: el 9 de marzo del 2018 un hombre fue atado a un poste y quemado en el sur de Quito luego de que supuestamente asaltara a un hombre, en Portoviejo en cambio, el 16 de octubre del 2018 la policía evito que una turba linchara a dos sujetos que supuestamente robó a un adolescente en el parque Las Vegas. El ataque en grandes grupos de personas hacia delincuentes es algo ya común en ciertos pueblos del Ecuador y conversando con varios amigos y conocidos concluyen que hay varios que son importantes señalar como: la desconfianza hacia las autoridades y el sistemas de justicias, pero el mas importante y el tema que trataremos aquí es el dejarse llevar por rumores o chismes.
Lo de Posorja es el segundo linchamiento efectivo en menos de ocho meses y el mas impactante al punto que periódicos y canales de televisión incluso del extranjero han reportado el ataque de la turba a la unidad policial y la subsecuente matanza de los 3 delincuentes que al final no eran secuestradores sino que, según la policía, habían sido detenidas para ser investigadas por delincuencia común.
Comparar los rumores y chismes de los que fui y aun soy presa con los que terminaron con estas personas que están mas cerca de la delincuencia de lo que yo estaré en toda mi vida podría leerse absurdo a primera vista pero analicemos un poco esto, sino fuera por los rumores iniciados por una madre de familia la turba no se hubiera formado y si el ecuatoriano común no desconfiara tanto del sistema de justicia del país no hubiera atacado la unidad policial y ahí es cuando me entra la duda, ¿Qué pasaría si eso me hubiera pasado a mí? Y es la pregunta que debe hacerse cada lector porque a pesar de que no seamos delincuentes los chismes pueden terminar hiriendo y los rumores matando.