11.2.25

Cómo me ven los otros artistas.(fragmento de mi autobiografía)


 Es solo una parte de mi autobiografía luego de enterarme los rumores que hablan de mi sin conocer a ciertas personas:

 

La mayoría de los artistas ecuatorianos no triunfa, y no es solo por la falta de apoyo estatal, la escasez de oportunidades o la indiferencia del público. Es porque están demasiado ocupados intentando hundir a otros artistas. No importa si tienen talento o no, si su obra vale la pena o si están construyendo algo valioso. Lo que importa es no dejarlos sobresalir, no permitir que alguien más logre lo que ellos no han podido alcanzar o que siquiera los alcancen. Es un miedo disfrazado de crítica, una batalla absurda en la que nadie gana, pero muchos pierden.

 

Yo nunca me vi a mí mismo como un gran artista. No tenía esa arrogancia de creerme una figura trascendental en la literatura o el arte. Es más, durante mucho tiempo ni siquiera estaba seguro de que mis obras valieran la pena. Solo empecé a creer en ellas cuando la gente me lo dijo, lectores y colegas escritores me aseguraban que escribía bien, que mi estilo era descriptivo, atrapante, que lograba transmitir lo que otros solo intentaban. No fueron los premios, ni las críticas, ni los círculos literarios, bueno estos últimos ayudaron bastante, pero quienes me convencieron de mi talento fue el lector.

 

Con el tiempo, mis libros, mis cómics, mis historias empezaron a venderse. No de manera descomunal, no al punto de volverme una celebridad, pero sí lo suficiente como para vivir de ello. Y eso es más de lo que la mayoría puede decir en este país. No lo logré por estar destruyendo a otros, sino por enfocarme en mi obra, en construir algo propio, que resonara más allá del ego y de la competencia absurda.

 

Por supuesto, esto no me ha librado de ser el blanco de ataques...

29.1.25

Año Nuevo chino en Guayaquil: Celebración, identidad y posibilidades turísticas infinitas.

 Cuando las personas emigran, algunas buscan integrarse a su nuevo entorno hasta el punto de abandonar sus costumbres, cultura y festividades. No todos lo hacen, pero es un fenómeno frecuente. Por eso resulta admirable cómo la comunidad china ha logrado preservar su identidad cultural sin importar a que país emigre, y Ecuador no es la excepción, en especial en Guayaquil.

En Occidente, el calendario marca el año 2025 d.C., pero en diversas culturas la cronología varía, y según la tradición china, el nuevo año comienza el 29 de enero. En Guayaquil, donde reside una importante comunidad china, esta celebración tomó vida con majestuosas danzas de dragones, sobres rojos cargados de buenos augurios y espectáculos tradicionales que reunieron a la comunidad en torno a su herencia cultural. Sin embargo, más allá del colorido festivo, el evento reveló una visión ambiciosa: la creación de un barrio chino en la ciudad. La iniciativa podría revitalizar el turismo y aportar dinamismo a una metrópoli que desea reavivar la vida nocturna la cual está en terapia intensiva.



 

Una Ciudad sin Espacios Turísticos

 

Santiago de Guayaquil, pese a su riqueza histórica y su ubicación estratégica, se ha vuelto un lugar con poca oferta turística consolidada. Más allá del Malecón 2000, Las Peñas, ciertos parques, un par de iglesias y algunos sectores de Samborondón, los visitantes tienen pocas opciones para explorar. En el centro, a partir de las siete u ocho de la noche, ese sector se convierte en un espacio vacío, apagado, con comercios cerrados y calles desoladas.

Mientras en muchas ciudades del mundo los centros urbanos se transforman al anochecer en escenarios vibrantes de cafés, ferias nocturnas y eventos culturales, en Guayaquil la vida nocturna se ha ido apagando, a pesar de los esfuerzos de algunos por revitalizarla. La migración de bares y discotecas hacia zonas alejadas ha dejado al centro con escasas opciones de entretenimiento, volviendo estos espacios, pequeños, inseguros, poco atractivos o muy costosos para turistas y ciudadanos sin vehículo propio. La pregunta es inevitable: ¿qué puede hacerse para devolverle a la ciudad el dinamismo que alguna vez tuvo?

 

 


 

 

Un Barrio Chino para Revitalizar la Ciudad

 

Hay que admitirlo, existe una falta de diversidad cultural y de eventos, puede ser por la alta criminalidad o la desidia de los gobiernos, sin embargo, ante esta realidad, la comunidad china ha planteado una idea que podría transformar el panorama: establecer un barrio chino en Guayaquil. En otras metrópolis del mundo, estas barriadas no solo albergan comercios con gastronomía tradicional, sino que también se han convertido en vibrantes centros culturales y destinos turísticos. Actualmente, en Guayaquil ya operan varios restaurantes y tiendas en ese lugar, pero aún faltan espacios dedicados a espectáculos autóctonos. Estos no solo contribuirían a preservar la identidad cultural de sus comunidades, sino que también atraerían a locales y turistas por igual.

Parte de esa esencia persiste en la zona de la Bahía, donde a inicios del siglo XX la comunidad china se estableció como un eje comercial clave. Hoy, aquella herencia sigue viva y podría consolidarse aún más, fortaleciendo la oferta cultural y turística de la ciudad.

La propuesta no es descabellada. Ciudades como Nueva York, San Francisco, Londres y Buenos Aires cuentan con barrios chinos que se han convertido en atractivos emblemáticos. Un espacio similar en Guayaquil no solo fortalecería el turismo, sino que también aportaría diversidad y dinamismo a una ciudad que, al caer la noche, se vacía demasiado rápido.

El Año Nuevo Chino no solo es una fiesta; es una muestra del potencial que tiene la ciudad si se apuesta por la multiculturalidad y la revalorización de sus espacios. Tal vez sea el primer paso para que, en un futuro, Guayaquil deje de ser una metrópoli que se recoge temprano (en especial en el centro) y se convierta una vez más en un destino que invite a explorar, descubrir y quedarse un poco más.




 

6.12.24

El círculo invisible

Por: José Antonio de la uadra

 Salgo con mis manos desnudas,

Mis sueños rotos astillados entre los dedos,

A mendigar un oficio,

Una oportunidad para barrer la suciedad del mundo,

Y tal vez llenar mi panza,

Pero la puerta no se abre,

Tiene un letrero colgado que dice:

“Solo para elegidos”.

¿Qué experiencia me piden

Cuando mi experiencia es sobrevivir

En la miseria de los que nunca tuvieron un padrino,

Un tío dueño de la empresa o una familia con dinero?

El piso barrería con mis propias lágrimas

Si tan siquiera me aceptaran.

Pero ahí están ellos,

Con su sonrisa de plástico,

Su apellido como llave maestra,

Su traje de tres piezas planchado por las manos de su empleada,

Esos que nunca supieron de hambre.

Ahí están,

Cargando la herencia del privilegio,

La experiencia de no haber hecho nada.

Mientras yo,

Y tantos como yo,

Con mi diploma de barro,

Mis uñas gastadas por la necesidad,

Me quedo mirando desde afuera,

Golpeando la puerta que nunca se abre,

Esperando que algún día

El ciclo invisible se quiebre.

Pero el círculo no se rompe.

Gira y gira como una ruleta amañada,

Una lotería donde el ganador

Es siempre el sobrino del dueño.

Y yo,

Me quedo aquí,

Afuera,

Gritando contra un mundo que no escucha,

Barrido por el viento de la indiferencia.





5.10.24

Guayaquil, despierta

Guayaquil,

antes eras madera de guerrero,

y ahora, puro cartón prensado,

quebrado bajo el peso de promesas huecas,

de manos que solo toman sin dar.

¡Regresa a la valentía que alguna vez tuviste!,

alza tu voz entre el lodo y el cemento,

y ruge,

ruge contra la injusticia y la mediocridad,

que con cadenas de silencio te quieren amarrar.

Toma tu granizado,

el agua de coco y el encebollado de las calles,

y hazlo tu bandera,

un arma que rompa las máscaras del poder,

que reviente a quienes oprimen al Ecuador,

a esos que han olvidado que el pueblo no calla,

que las calles gritan más fuerte que las oficinas,

y la lucha no muere aunque intenten apagarla.


2.10.24

Oscura nación (poema)

Por: José Antonio de la Cuadra.

 A veces es árbol,

Otras, zarigüeya,

Pero todas son sombras de promesas vacías.

Afirman que es por la falta de lluvia,

Mañana será por un inesperado mantenimiento,

El punto es claro: no hay luz.

El gobierno invierte solo en espejismos,

Regalos dorados a los amigos,

Favores ocultos en la niebla familiar,

Mientras el pueblo se hunde en la oscuridad.

Afirman con voz de plomo,

Que quieren ayudarnos,

Pero solo hay pasajes a Miami y helados derretidos.

No conocen ni el himno de mi país,

Sólo cantan a la culpa,

Al eco de gobiernos pasados,

A la melodía gastada de ocho años de fantasmas.

Y queman los bosques, diciendo que son inocentes,

Que los culpables son otros,

Destruyendo plantas,

Culpando a los demás,

Por errores que ellos pudieron corregir,

Pero no lo hicieron.

Envían barcazas para producir electricidad

Que al final no termina de nacer,

Ofrecen,





18.8.24

The Iron Whisper

 Humpty Dumpty sat on a throne,

Her crown of iron, flesh, and bone,

The flames of torment sealed her sight,

Now she reigns in eternal night.


Humpty Dumpty, bound to my will,

The metal burned, her heart grew still,

In agony's embrace, she found her might,

My most loyal priestess, born of fright.


All the horrors and all the dread,

Couldn't save her from the dead,

Now she whispers darkened dreams,

In my kingdom of endless screams.




3.8.24

Adiós en el Umbral de la Noche


En el crepúsculo de estrellas moribundas,

donde los secretos se funden con el vacío,

nos encontramos en entre la noche y el día,

En la esquina donde luna dibuja runas siderales.

Tus palabras fueron ecos en el vacío estelar,

se entrelazan con el murmullo de mis antiguas historias,

mientras la sombra de un ave nocturna

se enciende en llamas para iluminarnos el camino que dejamos atrás.

Con cada paso, los relojes, suspiran sin tregua que el fin esta llegando,

Y a nuestro alrededor los recuerdos flotan como partículas de polvo,

en un ballet de luces que se apagan al alba.

Tus ojos me observan, 

reflejando la dicha y tristeza de un destino compartido,

mientras el cáliz del adiós se llena

de lágrimas que se convierten en estrellas fugaces.

El jardín de nuestras memorias esta siempre en flor,

Mezclando los susurros del pasado con el perfume de la ausencia,

Hasta marchitar lentamente el árbol de nuestra felicidad transfigurándolo en lágrimas de cristal.

Estiramos los brazos para alcanzar el sendero que conduce a la eternidad,

donde las promesas,

se desvanecen en un cielo sin vida.

Y así, en el abrazo de un último crepúsculo,

nos despedimos sin palabras,

mientras las constelaciones, testigos silenciosos,

se ciñen a nuestros corazones como un conjuro de despedida.




8.3.24

Los gatos lectores

 






Érase una vez dos gatos de piel azul como el cielo diurno que amaban leer. Sus nombres eran Percival y Opalo. Rechazados por ser diferentes, se refugiaron en una cueva hasta que fueron adoptados por una niña llamada Ana, hija de una bibliotecaria y un escritor.


Por un tiempo eran felices escuchando las historias que Ana y sus padres narraban o jugando entre ellos. Hasta que un día, a principios del invierno, Percival y Opalo, luego de aprender a leer el idioma de los humanos, se acercaron a su árbol favorito donde un cuervo ciego había dejado caer un enorme libro, el cual emocionados intentaron leer. A mitad de su lectura se fijaron en una luz brillante que se posó en la rama más alta del árbol la cual parecía atrapada. Curiosos dejaron el grueso libro y al acercarse pudieron ver a una criatura mágica. ¡Era un hada!

- ¿Que hacemos? ¿Nos la comemos? - pregunto Opalo.
- No seas tonta, vamos a ayudarla - dijo Percival sacudiendo las ramas y liberandola.

El hada agradecida les dijo que les concedería un deseo. Los gatos de pelaje azul se miraron emocionados y empezaron a discutir en maullidos bajos imaginando posibles cosas que ambos deseaban hasta que llegaron a un acuerdo ronroneando felices.

- Deseamos poder leer cualquier libro que queramos sin importar el idioma y poder entenderlo - dijeron al unisono.
- Concedido - exclamo la pequeña hada tocando con suavidad la rosada nariz de los dos gatitos - Ahora pueden leer cualquier libro que toquen.

Percival y Opalo estaban muy emocionados. Bajaron del árbol y corrieron a la casa. Empezaron a leer todos los libros que podían encontrar.

Leyeron sobre animales, sobre aventuras, magia. Leyeron hasta que sus ojos se cansaron y cuando durmieron siguieron leyendo en sus sueños.

Cuanto más leían, más aprendían. Se instruyeron sobre el mundo que los rodeaba, diferentes culturas e idiomas.

Pronto los dos felinos de azul pelaje se convirtieron en los animales más inteligentes del bosque. Todos los habitantes del lugar que los conocían acudían a ellos en busca de consejo.
Un día, un grupo de animales llegó a ver a Percival y Opalo, quienes descansaban al pie del árbol donde su deseo fue concedido. Estaban preocupados por un incendio que se había producido en el bosque.

- Tenemos que hacer algo - dijo un ciervo.

- Pero, ¿qué? - preguntó un conejo.

- Allí estan Percival y Opalo mas que seguro tienen la respuesta - aseguro el ciervo.


Los animales fueron a verlos y les explicaron  explicaron sobre el incendio con la esperanza de ser salvados por ellos.
Percival y Opalo pensaron por un momento preocupados por su vida y la de su humana quien los cuidaba. Luego de unos instantes, recordaron un libro que habían leído sobre cómo apagar incendios.

Sacando sus uñas dibujaron indicaciones en la tierra dándole a los animales las instrucciones para que puedan apagar el fuego.

En cuanto los habitantes del bosque eliminaron el incendio se reunieron alrededor de Percival y Opalo para darles las gracias.
Los pequeños felinos estaban felices de haber ayudado. 

En ese momento se percataron que podían usar su amor por la lectura para hacer del mundo un lugar mejor.



Y vivieron felices el resto de sus días.
 


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