Manuscrito encontrado en la casa de un conocido pintor de esta ciudad por la policía en una incursión a su casa- taller la semana pasada en busca de nuevas pistas que ayudaran a encontrar su paradero hasta ahora desconocido:
En mi último viaje a Nueva York me tope con una pintura que dejó una impresión tan grande que quise reproducirla de memoria fallando en todos los aspectos posibles e imposible. Las pinceladas de mi copia no eran tan profundas, los colores no tenían la misma intensidad, los rostros no expresaban aquel terror impactante, ni siquiera sus miradas evocaban esa desesperación tan hipnótica y sobrecogedora como la original, en resumidas cuentas no la sentía igual.
Mi copia siempre terminaba careciendo de aquel realismo que me impresiono en aquel momento. El hecho de no poder copiar decentemente aquella obra fue un duro golpe para un pintor como yo, sentía rabia y envidia de aquel artista que formo aquella bizarra perfección. Intente regresar a la galería para comprarla pero ya no estaba allí y nadie sabia el nombre del autor. Pronto aquella imagen me empezó a acosar intensamente. Primero en sueños luego parecía que la veía en todas partes y al poco tiempo casi la sentía dentro de mi piel. Cuando la gente me preguntaba como lucia solo atinaba a responder confundido: "No lo recuerdo" Solo mi mente recordaba aquel lienzo que me evocaba al Güernica en sus imágenes trágicas y oscuras.
La búsqueda se torno en obsesión y esta en desesperación, ya no salía de casa ni tampoco comía, todas las paredes de mi casa estaban pintadas con copias de aquella pintura sin que ninguna se acercara a la original en lo más mínimo. Finalmente cuando estaba contemplando el suicidio una llamada de un desconocido aduciendo que tenia aquella pintura que tanto buscaba me hizo correr retomando el soplo de vida que casi había olvidado que tenía.
Cuando entre a la gran casa un joven de al parecer unos veintitantos años me abrió la puerta, su esquelética figura no me importo en lo mas mínimo, ni siquiera su sonrisa amarillenta, lo que si me pasmo fue escucharlo afirmar que el había pintado el cuadro que me había obsesionado tanto. "Me alegro que le haya gustado mi cuadro" me dijo invitándome a su estudio. Al entrar observe pinturas tan oscuras que todo mi ser se paralizo del miedo que me provocaron aquellos lienzos "Es un estilo difícil de digerir" le comente mientras observaba aquellas crudas escenas y monstruosos rostros desfigurados, el solo asintió sonriente y me invito a pasar a un cuarto aparte donde aducía tener la pintura que había buscado durante tanto tiempo. "Es mi primera obra, nunca le he puesto titulo pero no importa porque nunca he logrado venderla" me dijo mientras pasaba por una extraña serie de retrato de gente desfigurada que parecía estar pidiendo a gritos auxilio, mi corazón no se fijaba demasiado en aquellas grotescas pinturas, mi única idea era poseer aquella que había visto en Nueva York, el joven delgaducho se detuvo tras una puerta escondida y luego abrirla me susurro: "Espero este listo" y luego de abrir la puerta la vi entre la luz mortecina y los botes de pintura, aquel lienzo cuyas imágenes parecían cobrar vida entre las sombras y cuando me di cuenta de lo que realmente sucedía, ya era demasiado tarde.
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